En 1968, por expreso deseo de Franco y durante la presidencia del almirante Carrero Blanco, se creó el primer órgano de información que se encargaría de seguir la incipiente subversión en el ámbito universitario. La necesidad de cubrir además otros sectores conflictivos (el laboral, el religioso, el intelectual o el nacionalista) dio lugar a la creación de la Organización Contrasubversiva Nacional (OCN), que pasó a depender directamente del ministro de la Gobernación.
Sin embargo, las discrepancias entre los diversos organismos estatales involucrados en la toma de decisiones aconsejaron pronto la creación de un nuevo instrumento que coordinase, desde la Presidencia del Gobierno, todas las actividades relacionadas con la lucha antisubversiva. Así, en 1972 se constituyó el Servicio Central de Documentación (SECED) como herramienta fundamental de información del Estado. Su estructura cubrió todo el territorio nacional y mejoró exponencialmente la capacidad de elaboración de inteligencia para las primeras autoridades del Estado.
En un momento en que los medios y redes de información facilitan a sus lectores cantidades ingentes de datos, a veces no contrastados, resulta enriquecedor encontrar libros como éste que aportan documentos únicos, de primera mano, y testimonios valiosos de quienes fueron protagonistas de aquellos episodios de nuestra reciente historia.